jueves, 21 de octubre de 2010

Ferrocarriles Argentinos

Cuando voy hacia el trabajo
siempre paso al costado de la estación.
ahí esperan, ancianos y olvidados
los vagones del Ferrocarril Argentino.
Abrazado por el ruido de mis auriculares,
casi no los escucho
cuando recuerdan del tiempo
en el que corrían
uniendo pueblos
que dormitaban en la distancia,
a los que despertaban
al grito del silbato.
el oxidado galgo blanco
empieza a hablar
de la gente
a la que llevó en su lomo
con el viento como testigo
cuando la locomotora lo calla.
es que voy apurado
y no tengo tiempo para anécdotas.
me lo perdonan,
las máquinas saben lo importante
que es llegar a tiempo.

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