Yo le rezo a la lujuria del Dios Ave-Singular
y a la princesita que vomitaba collares de perlas.
Ahí va, por mi memoria,
sosteniendo un cigarrillo en su mano.
Niebla multicolor y elefantes rosados,
llorando estrellas.
Quise comulgar a los pies del Dios Neo-Paladial.
Pero no quiso escucharme, y me regaló
a la princesita que vomitaba collares de perlas.
Sé que la veré, en mi memoria.
Escribiendo versos eclesiásticos,
ostias de carbón y selvas sanguiolentas,
crucificando perros.
Quise brindar a los pies del Dios Sutil-Inmoral.
Se voló y me dejó bebiendo
con la princesita que vomitaba collares de perlas.
Ya se esconde en mi memoria,
vagando por pasadizos lisérgicos.
Electora salvaje, Emperatriz puta,
borrando recuerdos.
Yo adoro el cabello del Dios Rojo-Virginal
y a la princesita que vomitaba collares de perlas.
Cara Berlangganan WeTV
Hace 1 año
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