Julieta ama sus hámsteres. Vivimos en departamento pequeño y no tenemos mucho espacio. Me hubiera gustado poder tener un perro. Pero los pequeños ratones son más cómodos y ocupan menos espacio. Gracias a ellos, Juli tiene algo que cuidar y aprende el valor de la responsabilidad. Los alimenta y los cuida con amor y dedicación. Es sorprendente lo en serio que se toma el asunto.
Hace un mes les compramos un alimento nuevo. La verdad no me convence demasiado, pero es más barato. Aparte, los ratones parecen comerlo con verdadera avidez. Al parecer es una delicia. Sepa Dios con que lo hacen, pero les gusta y me sale menos. Julieta le tiene que dar menos alimento, me tengo que acordar de decirle. Están gordos e hiperactivos. Por las noches, se los puede oír roer los barrotes de su jaula. Por el día, Julieta los suelta y corren por la cocina como si fueran pequeños depredadores royendo en su mundo particular.
El otro día, encontré mordiscos en los muebles del living. Me enojé con ellos. Julieta puso su cara de cachorro triste y me pidió que los perdonara. La verdad, no puedo con su cara de cachorro. No me quedó otra que perdonarlos.
La verdad que el alimento les hace bien. Están gordos, enérgicos, fuertes. La verdad estoy satisfecha con ellos. Los oigo rechinar sus dientes en la cocina, Julieta no parece hacer nada. Es raro que esté tan silenciosa, generalmente hace mucho ruido.
Entro al living. Julieta está en el piso, toda roja. Los hámsteres, gordos y rechonchos, roen ávidos su cuello destrozado. Aún queda una chispa en sus ojitos marrones. Y me mira con esa cara de cachorro que pone, como pidiéndome que los perdone.
Cara Berlangganan WeTV
Hace 1 año
2 delirios:
SE LO COMEN! pobre julieta u.u
jeje, Lulla queria ser devorada por ratas y fue devorada por ratas! xD
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